Lucian Blaga, poeta y diplomático rumano represaliado tras la subida al poder del Partido Comunista, dejó escritos versos contra el paso uniformado de una lógica mediocre y prosaica. Con poco más de veinte años publicó su primera obra, Los poemas de la luz; allí se hallaba este texto:
YO NO APLASTO LA COROLA DE LOS MILAGROS DEL MUNDO
Yo no aplasto la corola de los milagros del mundo
y no destruyo con mi pensamiento
los misterios que en mi camino encuentro
en flores, en ojos, sobre labios o tumbas.
Otros con su inteligencia
ahogan el encanto de lo impenetrable, de lo escondido
en los abismos oscuros,
mas yo con mi luz acreciento los misterios del mundo;
y así como la luna con sus rayos brillantes
no disminuye, sino temblorosa
extiende aún más el secreto de la noche,
así yo enriquezco el sombrío horizonte
con amplios estremecimientos de sagrado misterio;
y todo lo que es incomprensible
se torna aún más incomprensible
bajo mis ojos
pues así yo amo
flores y ojos y labios y tumbas.
Lucian Blaga
2 comentarios:
El último verso es una maravilla.
Besos.
Ya, es cierto, Toro, a mí me lo parece todo el poema.
Un beso, Toro. Que tengas un día precioso.
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