viernes, 30 de abril de 2021

Si eres ...





Peter Bezrukov



«Si eres tú misma el rosal y las rosas,
la noche de mi verso y sus estrellas,
¿a quién dedicaré este breve cielo,
este arbusto, esta fuente, este desvelo?»


«Gesto» (fragmento), Gerardo Diego







sábado, 24 de abril de 2021

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«Mi testigo, lector, pongo en tus manos». 


Francisco Brines




¿Por qué tira de mí
como el vuelo de un ala la palabra?

¿Adónde me conduce si no sé
siquiera la intención,
ni presiento el destino que persigue?

Sólo sé que en la leve
presencia de este instante
tiembla bajo la piel, revolotea,
como un soplo apresado,
un impulso que pugna por brotar
y transformarse en canto.


Susana Benet, "Como el vuelo"








lunes, 19 de abril de 2021

...



Soledad Sevilla



«La intensidad es solo un anticipo
no sé de qué, de lo que no sabemos».

José Mateos










lunes, 5 de abril de 2021

...






"Mariposas, lacitos del aire".


 Ramón J. Sender




sábado, 3 de abril de 2021

Pascua de Resurrección





Santas mujeres en el sepulcro, Fra Angelico



"En cuanto apareció la estrella matutina
Magdalena María de Cleofás Juana y Salomé
recogieron todos los bálsamos de Jerusalén
todos los perfumes del mundo iban en sus ánforas
los primeros pájaros despertaban de pura fragancia
todos los domingos de la historia son así desde entonces
las mujeres se dirigían al muerto no al resucitado
el amor es más fuerte que la muerte
no temían a la guardia pues nada sabían de ella
sabían sólo de la roca que sellaba el sepulcro
ah el mundo como separa la gran muerte de la gran vida
la inquietud de las mujeres no pertenecía a la metafísica sino a la mecánica
el amor también tiene su mecánica
el amor también tiene sus imprevistos
la piedra había sido removida al margen de toda mecánica
los guardias diseminados parecían muertos
entre húmedos matorrales yacían los vencidos por el relámpago
las mujeres vieron el sepulcro abierto como un abismo
la Magdalena prisionera de amor en el mundo de la mecánica
dijo es un robo y partió hacia Pedro con los pies del viento
que ya se levantaba por solidaridad con el Espíritu
a las otras la idea del sepulcro las espantaba pero las atraía
el abismo las llamaba por su boca ardiente
allí encontraron a dos sacerdotes de vestiduras como la nieve
por qué buscáis entre los muertos al que está vivo
acaso no lo predijo con la debida anticipación
decid al Papa que Jesús está lleno de vida infinitamente
y luego haciendo honor a su condición angélica de súbito desaparecieron
en el aire ya demasiado luminoso de la resurrección".


José Miguel Ibáñez Langlois, Libro de la Pasión





viernes, 2 de abril de 2021

Tenebrae, Sábado Santo





Cristo velado, Giuseppe Sanmartino



Hoy es el día de la soledad suprema,
de la tristeza, de la vorágine, de la nada.
El día del dios-ha-muerto y la incertidumbre.
Hoy es el día de dejarse llenar por el vacío,
hacerse ateos y clamar por las injusticias que dios
nos ha legado, aunque no exista.
Hoy es el día de las preguntas sin respuesta,
del dios indolente ante las súplicas,
mudo y sordo ante el desgañitado mundo.
Hoy es la angustia, lo inhóspito del cosmos
al que hemos sido arrojados, sin propósito,
sin esperanza, sin horizonte, sin consuelos.
Hoy es el absurdo, la fragilidad, la ausencia
que amenaza con desgarrar ese cuerpo inerte
y desenmascarar la parodia de lo divino.
Hoy es el día de asomarse al abismo
y sostener la mirada con la actitud soberbia de los
   cínicos.
Hoy son las llagas de los escépticos que contemplan
el incontestable silencio de la tumba, asintiendo
ante los hechos: la muerte es la última derrota.
Hoy somos las biografías álgidas de soldados
     modernos
que han clavado la lanza, pero han huido.
Hoy es el día del dios-cero, escoria y víctima,
el que muere, polvo y ceniza, peregrino en el averno.
Hoy dios, así minúsculo, es nosotros, ellos, todos,
es menos aún de lo que ahora somos:
la
casi
              nada,
cadáver macilento,
exangüe,
frío.

Marcela Duque, Tenebrae Sábado Santo





jueves, 1 de abril de 2021

Dios que me da ...

 


Madre Dolorosa. Bartolomé Esteban Murillo

 


A NUESTRA SEÑORA
DE LA MAYOR SOLEDAD


Solísima Sola,
¡qué sola quedaste,
con tu Hijo muerto
ahí de estandarte!

Viudísima Viuda
de tu San José.
¿Qué te queda ahora?
Espinas y sed.

Solísima Sola,
Vos, no os apuréis.
Yo también soy sola
y acompañaré
vuestra Soledad.

Vivimos muy cerca.
Yo os visitaré,
porque vuestro Hijo
me caía bien.

Gloria Fuertes


***


Dios que me da
el beleño por la noche
el azafrán por el día
el cantueso por la tarde.
Dios que me da
tu presencia en el sueño,
el amor para el hambre
la muerte para el cuerpo
la vida para el alma
jabón para lavarme.

Y yo le doy,
pellizcos a sus manos,
disgustos a sus curas,
y le pago con deudas.
Dios me da demasiado.
Dejadme que esta noche me horrorice.

Gloria Fuertes






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