lunes, 27 de marzo de 2017

El mañana





Escena de Vértigo o De entre los muertos. Kim Novak


"He llegado a creer que un futuro oculto es uno de los dones más misericordiosos y emocionantes de Dios. Sin él no habría nada que esperar; peor aun, nada que desear. En cualquier caso, nos guste o no, tenemos que vivir con ello.
De nosotros depende cómo vivamos con ello. Podemos vivir en un estado de continua ansiedad sobre el futuro, siempre temiendo que al final acabe ganando el malo, triunfe la injusticia y el género humano se destruya a sí mismo.
O podemos utilizar el don de manera creativa; ayudar a vencer a los hombres de buena voluntad, a la justicia a triunfar y creer que el drama del ser humano ha de tener un final feliz.
En otras palabras, podemos vivir en un estado de desesperación crónica o podemos vivir con fe en el futuro, aunque esté oculto a nuestra vista.
Sí, lo mejor del futuro es que viene de día en día. Y doy gracias al cielo diariamente porque el mañana no pertenece a ningún hombre. Pertenece a Dios”.


(“¿Le gustaría saber su futuro?".  En “Hitchcock por Hitchcock”, Plot ediciones).





El sonido puede ser tan importante como la imagen, decía Hitchcock: B. Herrmann, Escena de amor, Vértigo.




Coloquio sobre la película Vértigo en el programa "Qué grande es el cine", dirigido por José Luis Garci.




Escena en el museo, Scottie y Madeleine...



Eugenio Trías ("Lo bello y lo siniestro"), nos dice al respecto:

" (...) lo que ve - y esto es lo novedoso - no son escenas cinematográficas en movimiento, sino escenas estáticas, cuadros. El ojo cinematográfico se estrella contra una imagen pictórica: el ojo es cine, el objeto pintura. En ello estriba el milagro que pretende consumar Vértigo: hacer que un cuadro pictórico, inanimado, "muerto", se haga un ser vivo, salga de sí mismo, se levante y ande, resucite. Lo que desea Scottie es que esa mujer salga del cuadro y se anime, se levante y hable. Quiere que ese cuadro cobre vida real. Todo su empeño consiste en eso: en dar vida a una imagen pictórica".

La escena en el Museo, no hace más que poner de relieve esta situación, cuando Scottie contempla de espaldas a Madeleine quien, a su vez, contempla el cuadro de Carlota Valdez, la mujer que muerta hace cien años ahora parece poseerla.


Una obra maestra y una de las mejores películas de la historia del cine.



Más sobre Alfred Hitchcock.






sábado, 25 de marzo de 2017

Fotografía





George Elgar Hicks 



Te miro. Me miras.
Mi vida
se resume en esta verdad
tan sencilla.


Guillermo Urbizu
"Entre dos infinitos".






No existen los dedos del pianista.
Una lluvia ligera moja el teclado.

Francisco Hernández





miércoles, 8 de marzo de 2017

Te ha gustado este verso ...





Martha Holmes



Te ha gustado ese verso que no es mío.
No quiero repetirlo. No quiero que lo escribas.
Así, querrás hallarlo... y de nuevo
podré escribírtelo en los ojos.

 Carlos Vaquerizo





Y ¡Bruce!







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