«El sol ha mandado un rayo
de oro viejo a la arboleda,
un rayo flotante, dulce
luz para las cosas muertas».
Juan Ramón Jiménez
"¡Bendito sea Dios —dijo don Quijote...—, que entre los infinitos poetas consumidos que hay, he visto un consumado poeta...!".
(…) Tradición elijo
y estas palabras y su cadencia íntima,
inmerso en el calor del día y la página
que exige ritmo acorde con el tiempo.
No rehúyo lo moderno, evito su estrépito.
(…) A la música del poema
entrego mis mejores horas y a su placer
debo también lo mejor de mí mismo:
los cigarrillos a solas, la noche, los libros
y el licor de amar la vida y no el limbo.
Nada digo, ya sé, que no se haya dicho,
pero nadie vive por mí lo que yo vivo.
José Carlos Llop