miércoles, 30 de septiembre de 2015

Pasos sobre el papel








“¿Qué pasa por nosotros?
¿qué queda, qué se marcha?”


“En esta época de la prisa, solo aciertan los que van muy despacio”.



Hoy todas las palabras me vinieron a ver. 
Iban todas vestidas y yo las desnudé. 
Tenían agua dentro y yo se la quité. 
Bebí toda su agua y me quedó su sed. 
No me quedó su habla: me quedó su mudez. 
Hoy todas las palabras me vinieron a ver. 
Todas iban vestidas y yo las desnudé. 
Ni debajo ni dentro había ningún ser 
sino un lento perfume de luz sobre su piel: 
un líquido contacto de tinta y de papel. 
Nada más. Eso es todo lo que recuerdo ver. 
Recuerdo las palabras: eran una mujer, 
una luz, un perfume, una tinta, una piel. 
Oigo pasos que vuelven y vuelven a volver. 
No existen: vuelven sólo e insisten otra vez. 
Las palabras son pasos dados sobre el papel 
hacia nosotros mismos pero con otra piel. 
Ellas y nosotros formamos un vaivén 
en el tiempo que dura nuestro yo en otro quien. 
En las palabras vive lo que vivió una vez 
aunque nunca lo mismo tenga segunda vez.

Jaime Siles








Una antorcha es el mar y, derramada
por tu boca, una voz de sustantivos,
de finales, fugaces, fugitivos
fuegos fundidos en tu piel fundada.
Una nieve navega resbalada
en resplandor de ojos reflexivos,
de sonoros silencios sucesivos
y de sol en la sal por ti mojada.
La turbamulta del color procura
dejar sobre tu tez la tatuada
totalidad miniada de la espuma.
Tu cuerpo suena a mar. Y tu figura,
en la arena del aire reflejada,
a sol, a sal, a ser, a son, a suma.

Jaime Siles




martes, 29 de septiembre de 2015

Un pájaro cantó

 
  



El séquito entró en el cementerio,
Un pájaro cantó,
Y trinó, y tembló, y agitó su garganta
Hasta que sonó todo el cementerio;

Entonces modeló sus pequeñas notas,
Y saludó y cantó de nuevo.
Sin duda le pareció la más correcta
Esa manera de decir adiós.

Emily Dickinson





 

Silencio como músca








Escuchando Les gnossiennes, de Erik Satie


UNAS gotas de luz
golpean suavemente
las teclas de un piano.

Qué vana te parece
aquella música
que no es, como ésta,
tan igual al silencio.

Ahora que la música
ha cesado,
Erik Satie se vuelve
y, en silencio
que suena como música,
sonríe.


J. Corredor-Matheos




Alejo Carpentier en "El músico que llevo dentro", escribía en 1927 sobre Erik Satie :

"Ved algunos dibujos de Picasso. Comprenderéis las Gimnopedias...[...] Como acontecía con la pintura, se anhelaba una especie de regreso a lo primitivo, al trazo simple, al volumen exacto, a la sonoridad franca. El impresionismo, muerto en pintura, moría también en al arte de los sonidos."

Carpentier cita los desconcertantes textos que el compositor escribe para sus piezas "de una pureza insuperable". Para Crepúsculo matutino:

"El sol se levantó por la mañana de muy mal humor... El calor estará por encima de los normal pues el tiempo se muestra prehistórico y tempestuoso...El sol está muy alto en el cielo... Parece buena persona... Pero no nos fiemos... Tal vez queme las cosechas o cometa alguna fechoría: una insolación..."[...] 


Carpentier termina el artículo:

"En sus últimos días, el compositor se dedicó a leer los cuentos de Andersen".

"Dios amaba los ojos azules de Satie...".





domingo, 27 de septiembre de 2015

No destruye mi corazón




Susie Pryor


¿Por qué esta luz me obliga
a volver a mi infancia? Yo llevaba un traje 
amarillo de verano y la falda 
hacía un círculo perfecto. 
Girando y girando 
hasta que se extendía al máximo 
era irresistible... La hierba y los árboles, 
mis brazos abiertos, y la falda
que giraba en la luz ocre 
de una tarde temprana de junio. 





Entonces supe 
que tendría que vivir y continuar 
viviendo: qué doloroso fue; y todavía 
qué dolor quema 
pero no destruye mi corazón.

Jane Kenyon





sábado, 26 de septiembre de 2015

Deja que caiga la noche




John White Alexander


Deja que la luz del atardecer
brille por las grietas del establo, que ascienda
por los fardos de heno a medida que el sol baja.

Deja que el grillo comience su rasgueo
igual que una mujer sus labores de aguja
y estambre. Deja que venga la noche.

Deja que el rocío se acumule en la azada abandonada
en la hierba crecida. Que aparezcan las estrellas
y la luna descubra su cuerno de plata.

Deja que el zorro retorne a su guarida arenosa.
Que el viento amaine. Que que el cobertizo se oscurezca.

Deja que caiga la noche.

A la botella en la zanja, a la pala
en la avena, al aire en el pulmón,
que venga la noche.

Deja que venga como sea, y no
temas. Dios no nos deja
sin consuelo, deja que venga la noche.

Jane Kenyon




viernes, 25 de septiembre de 2015

Encuentra bello todo lo que puedas ...



El Ángelus. Jean-François Millet. Museo d'Orsay



"Sí, el cuadro de Millet, el Angelus del anochecer, «es algo», es magnífico, es poesía. Con cuánto gusto hablaría todavía de arte contigo, pero no tenemos más que escribirnos con frecuencia; encuentra bello todo lo que puedas; la mayoría no encuentra nada suficientemente bello".
De Cartas de Vincent van Gogh a su hermano Theo


Un hombre y una mujer rezan el Ángelus, oración que recuerda el saludo del ángel a María durante la Anunciación. Han interrumpido su cosecha de patatas y todas las herramientas de este trabajo, la horquilla, los sacos y la carretilla, están representados. En 1865, Millet cuenta: 

"Hice este cuadro pensando en como mi abuela cuando trabajábamos en el campo, al oír la campana de la Iglesia, nos hacía parar nuestro trabajo, reclinar nuestras cabezas y rezar el Ángelus en memoria de nuestros antepasados".






miércoles, 23 de septiembre de 2015

Desearía

 
 
 
 
 
 
Desearía encontrar el carboncillo con que dibujarte.
Trazos suaves pronunciados como palabras.
Difuminado por el que yo pudiese entrar,
mas, sobre todo, por el que tú pudieras salir.

Lloraría sólo ante la posibilidad de encontrar
las palabras precisas.
Palabras que te retuvieran en su armazón,
que te hicieran posar los ojos en ellas y,
en su interior, me vieras como soy para ti.

Me gustaría encontrar el material que te apresara
sin otra atadura que tu libertad,
sin otra cadena que tu sonrisa.
Desearía encontrar la acuarela que te crease.

 Manuel Couceiro
Acuarela: Isabel Mignaquy
 
 
 
 
 
 

domingo, 20 de septiembre de 2015

Unos ojos




W. A. Bouguereau



Al principio pensé que eran de miel,
pues en ellos dormían las abejas.
Pero un día los vi cabrillear
como agua marina: verdeazules.
¿O eran violáceos?
¿O del color del vino
como la mar de Homero?

Acaso relumbraban con el brillo
de un mosto rubio y claro
bajo el sol del otoño
o con el retemblor
de un fuego que ardiera
bajo la mar en calma.

Tan sólo sé que en ellos
había el resplandor
de una alegría fresca y misteriosa.
Tan sólo sé que el mundo
renacía en sus ojos.

Antonio Colinas,  de Canciones para una música silente 





sábado, 19 de septiembre de 2015

¿Dónde sino?




León


No existen. ¿Dónde

sino en mi corazón

iban a estar?


Vicente Núñez





jueves, 17 de septiembre de 2015

Desnudo de mujer




La Danaide. Esculpida por Jean Escoula. La obra está firmada en la base, cerca de la cabeza: A Rodin. 



Para ti nunca fui más que un pedazo
de mármol. Esculpiste en él mi cuerpo,
un cuerpo de mujer blanco y hermoso,
en el que nunca viste más que piedra
y el orgullo, eso sí, de tu trabajo.
Jamás imaginaste que te amaba
y que me estremecía cuando, dulce,
moldeabas mis senos y mis hombros,
o alisabas mis muslos y mi vientre.
Hoy estoy en un parque, donde sufro
los rigores del frío en el invierno,
y en verano me abraso de tal modo
que ni siquiera los gorriones vienen
a posarse en mis manos porque queman.





Pero, de todo, lo que más me duele
es bajar la cabeza y ver la placa:
«Desnudo de mujer», como otras muchas.
Ni de ponerme un nombre te acordaste.

Amalia Bautista




miércoles, 16 de septiembre de 2015

Tantos ...




André Kertész


Tantos países
y tu sitio en el mundo
era mi hombro.

Rafael Sarmentero

***

Amo la curva de tu hombro
Donde ahuecas algo parecido a un ala
Para que yo recueste el asombro y las torpezas.

Martha Rivera



Cuánta belleza, Beatriz (del blog Sureando).
Gracias.
 





 
 
 

martes, 15 de septiembre de 2015

No hay nada ...




Monia Merlo



No hay
nada menos
meritocrático
que tu belleza.

Rafael Sarmentero




lunes, 14 de septiembre de 2015

Tú te abanicas




Cayetano de Arquer Buigas


No es nada, tiembla
tan solo el universo:
tú te abanicas.

Carlos Pujol



Cayetano de Arquer Buigas


El abanico,
lo mismo que mis versos,
cubre y descubre.

Carlos Pujol







sábado, 12 de septiembre de 2015

En el crepúsculo







Canción de Richard Strauss con la voz de Renee Fleming. La compuso a la edad de 84 años, sobre un poema de Joseph von Eichendorff.

La aceptación serena de la muerte. 



Im Abendrot (En el crepúsculo)


Entre penas y alegrías
hemos andado, mano a mano,
ahora ambos descansamos
de nuestro andar, en tierra calma.

En torno a nosotros descienden los valles,
ya se oscurece el cielo,
solo dos alondras aún se alzan
soñando, en el aire perfumado.

Acércate, y déjalas revolotear,
pronto es ya hora de dormir,
no erremos el camino
en esta soledad.

 ¡Oh, extensa y silenciosa paz!
 Tan profunda en el crepúsculo,
 ¡Qué cansados estamos de andar…!
¿Será esto la muerte…?






viernes, 11 de septiembre de 2015

La guitarra flamenca ...


 
 

 
Con Sasha Nestorovic Caja, y la  rumba Pharaon de Gipsy Kings
 
 
Y una canción preciosa: Volare, con varias versiones:
 
 
 

Domenico Modugno

Su verdadero titulo es "Nel blu dipinto di blu" (en español, "En el azul pintado de azul"), pero es conocida popularmente como "Volare". Es la canción insignia de Domenico Modugno. Con este tema, el cantante ganó en el Festival de Sanremo de 1958 y representó a Italia en el Festival de la Canción de Eurovisión del mismo año en el que finalizó en tercera posición. La canción fue un éxito comercial a nivel internacional, y con el paso del tiempo se convirtió en una de las más representativas de la historia musical italiana, y años después seria reconocido como el mejor sencillo de 1958. Gracias a "Volare", Modugno se convirtió en el primer ganador del Premio Grammy por grabación del año y canción del año en 1959, siendo además el único en lograrlo sin cantar en inglés. El tema ha sido traducido a varios idiomas y versionado por Dean Martin, Frank Sinatra, Louis Amstrong, Barry White, Ray Charles, David Bowie, Paul McCartney, Laura Pausini, Garou, Andrea Bocelli o Luciano Pavarotti, entre otros artistas.
 




Ella FitzGerald

 


La excelente versión de David Garret

 

 
La chispa de Rita Pavone, que me encanta
 
 
 
 
Y la más flamenca y alegre, con los Gipsy Kings, una de las que más me gusta.
 
 
¡Feliz fin de semana!
 
 

 
 

jueves, 10 de septiembre de 2015

Cada gota de lluvia

 
 
 


Dulce aguacero:
cada gota de lluvia
dice tu nombre.


Herme G. Donis
 

 
 



Salgo de casa.
La lluvia me protege
como una madre.


Herme G. Donis




 

miércoles, 9 de septiembre de 2015

Hecho concreto






A mi hija Koky

Es cierto:
                 Caen rosas,
rosas sobre mí, aunque no tienen
rosales los balcones.

Y en la calle
no queda ningún árbol, pero entran
ramas verdes por mi ventana y pájaros cantando.

Y estoy aquí, bajo mi techo,
cuando llega la lluvia y me lame.

Y en las sombras
de una noche cualquiera
viene el sol y me toca.

Tú sabes que no miento.

Alejandro Fernández Cotta, de Campamento de invierno 



martes, 8 de septiembre de 2015

El día te llama



Rinko Kawauchi


Ese es tu sino: vivirte.


Despierta. El día te llama
a tu vida: tu deber.
Y nada más que a vivir.
Arráncale ya a la noche
negadora y a la sombra
que lo celaba, ese cuerpo
por quién aguarda la luz
de puntillas, en el alba.
Ponte en pie, afirma la recta
voluntad simple de ser
pura virgen vertical.
Tómale el temple a tu cuerpo.
¿Frío, calor? Lo dirá
tu sangre contra la nieve
de detrás de la ventana;
lo dirá
el color en las mejillas.
Y mira al mundo. 
Y descansa
sin más hacer que añadir
tu perfección a otro día.
Tu tarea
es llevar la vida en alto,
jugar con ella, lanzarla
como una voz a las nubes,
a que recoja las luces
que se nos marcharon ya.
Ese es tu sino: vivirte.
No hagas nada.
Tu obra eres tú, nada más.
 
Pedro Salinas



Qué hermoso verso: "Ese es tu sino: vivirte".
No dice vivir, sino ser uno mismo con la vida, es decir, vivirnos.
Misteriosa sencillez.






domingo, 6 de septiembre de 2015

Ha llegado la hora ...




Perla Fuertes



Ha llegado la hora de matar al dragón,
de acabar para siempre con el monstruo
de las fauces terribles y los ojos de fuego.
Hay que matar a este dragón y a todos
los que a su alrededor se reproducen.
Al dragón de la culpa y al dragón del espanto,
al del remordimiento estéril, al del odio,
al que devora siempre la esperanza,
al del miedo, al del frío, al de la angustia.
Hay que matar también al que nos tiene
aplastados de bruces contra el suelo,
inmóviles, cobardes, desarraigados, rotos.
Que la sangre de todos
inunde cada parte de esta casa
hasta que nos alcance la cintura.
Y cuando ese montón de monstruos sea
sólo un montón de vísceras y ojos
abiertos al vacío, al fin podremos,
trepar y encaramarnos sobre ellos,
llegar a las ventanas, abrirlas o romperlas,
dejar que entren la luz, la lluvia, el viento
y todo lo que estaba retenido
detrás de los cristales.


Amalia Bautista, Matar al dragón




sábado, 5 de septiembre de 2015

Septiembre




Georgia O'Keefe


Septiembre,
eres
la
primavera
del
otoño.


Juan Ramón Jiménez


  





Bienaventuranzas del buen humor





Bienaventurados los que se ríen de sí mismos,
porque su risa no tendrá fin.

Bienaventurados los que no confunden un grano de arena con una montaña,
porque se ahorrarán preocupaciones y enfados.

Bienaventurados los que son capaces de parar y descansar,
porque llegarán a sabios.

Bienaventurados los que saben escuchar,
porque aprenderán muchas cosas nuevas.

Bienaventurados los que no se toman muy en serio a sí mismos,
porque serán más estimados por los demás.






Bienaventurados los que sonríen y no ponen mala cara,
porque abrirán muchas puertas.

Bienaventurados los que toman en serio las cosas pequeñas y afrontan con humor las grandes,
porque llegarán muy lejos.

Bienaventurados los que piensan antes de actuar y rezan antes de pensar,
porque se evitarán muchas tonterías.

Bienaventurados los que callan y ríen aunque les contradigan y marginen,
porque el Evangelio ha prendido en ellos.

Bienaventurados los que reconocen y aman al Señor en todas las cosas,
porque irradiarán luz, bondad y alegría.


¡Feliz día!


Inasequibles al desaliento, ¡los dos! ¡qué ricos!, ¡No puedo vivir sin tu sonrisa!


Dedicado, especialmente, para Malque, porque hoy me hizo sonreír con su fortaleza, su buen humor y su ternura.
¡Gracias, Malque!





martes, 1 de septiembre de 2015

Respuesta ...




Marina Dieul


"¿Y por qué te hago falta?"
Laura, 3 años.


¿Qué por qué me haces falta?
                                               Pues ¿quién me llevaría
a la rama más alta del verano?
¿Con quién aprendería a pronunciar
correctamente las palabras verdes?
¿Cómo iba a saber yo cuándo un 8 está triste?
¿Y el nombre de una nube? ¿Quién podría
enseñarme el camino
para volver a aquel domingo en que sonaba
la música feliz del arco iris?
¿Cómo me entendería con las cerillas?, dime.
Y si nevara -sobre todo, esto-
¿cómo distinguiría yo la nieve
minúscula y mayúscula para no hacer el tonto?


Miguel d'Ors, Respuesta a su hija Laura, 21-1-77.
El misterio de la felicidad (Antología poética), pág 55.





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