jueves, 31 de mayo de 2012

Dadles vosotros de comer...

 

 
 
 Lanfranco Giovanni, Multiplicación de panes y peces


Marcos 6, 30-44

Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: «Venid vosotros solos a un lugar solitario, para descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían que no tenían tiempo para comer.
Se fueron en la barca, ellos solos, a un lugar despoblado.  Pero los vieron marchar y muchos los reconocieron, y corrieron allá a pie, de todos los pueblos, llegando incluso antes que ellos.  Al desembarcar, vio Jesús un gran gentío, sintió compasión de ellos, pues eran como ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles muchas cosas.  Como se hacía tarde, los discípulos se acercaron a decirle: «El lugar está despoblado y ya es muy tarde.  Despídelos para que vayan a los caseríos y aldeas del contorno y se compren algo de comer».

 


Jesús les replicó: «Dadles vosotros de comer». Ellos le contestaron: «¿Cómo vamos a comprar nosotros pan por valor de doscientos denarios para darles de comer?». Él les preguntó: «¿Cuántos panes tenéis? Id a ver». Cuando lo averiguaron, le dijeron: «Cinco panes y dos peces».  Jesús mandó que se sentaran todos por grupos sobre la hierba verde,  y se sentaron en corros de cien y de cincuenta.
Él tomó entonces los cinco panes y los dos peces, levantó los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y se los fue dando a los discípulos para que los distribuyeran. Y también repartió los dos peces entre todos.
Comieron todos hasta quedar saciados,  y recogieron doce canastos llenos de trozos de pan y de lo que sobró del pescado.  Los que comieron los panes eran cinco mil hombres.



Me acaban de enviar este vídeo: Dadles vosotros de comer.


 

martes, 22 de mayo de 2012

Caracoles guisados

 
 
 



Los pueblos anglosajones y escandinavos, consideraban el caracol como un bicho despreciable, y comerlos una bárbara costumbre de los pueblos del sur. Apicius, el insigne gastrónomo de la vieja Roma, engordaba caracoles con leche y flor de harina, siendo considerados entonces como un manjar sublime que hacia las delicias de los festines romanos, creándose granjas especializadas donde también engordaban su carne misteriosa, casi divina, con vino y salvado.
En la Edad Media fue estimado plato durante la Cuaresma.


 Para su preparación hay que atenerse a una regla de oro guardada en el siguiente refrán:
 
 "caracoles sin picante, no hay quien los aguante".  


Una receta que mi madre preparaba de vez en cuando, porque es un poco dificultosa
 Al principio no queríamos probarlos, pero ella insistía y, al final, lo consiguió, ¡nos encantaban!

 
Ingredientes:

 3 kg. de caracoles (se pueden utilizar envasados, ya limpios, pero el sabor no es el mismo, aunque evitamos todo el proceso de limpieza), 1 kg. de carne de aguja de ternera cortada en tacos, 3 dientes de ajo, 1 cebolla, pimienta negra molida, pimentón (si es de la Vera, mejor), vino blanco, perejil, 2 hojas de laurel, guindilla (si lo queremos un poco picante), 2 ó 3 huevos, sal y aceite de oliva.

 
Limpieza de los caracoles

Se dejan dos o tres días metidos en una malla con serrín (no es necesario este paso, pues también quedan limpios con el proceso siguiente).
Se dejan con sal, vinagre y agua durante aproximadamente una hora para que suelten la baba.
Se coloca una cazuela en el fuego con agua y se echan los caracoles. Cuando empieza a hervir, si el agua está verde (que lo está), se cambia el agua hasta que aparezca blanca (con dos aguas suele ser suficiente).

 
Preparación

Previamente a la limpieza de los caracoles, guisamos la carne.
En una cazuela con aceite se ponen los ajos y la cebolla picados. Se rehoga y se deja pochar. Añadimos la carne muy picadita. Salamos.
Salteamos la carne para que selle y ponemos el pimentón. Removemos y añadimos la pimienta, vino blanco, perejil picado, el laurel y la guindilla (al gusto).
 Se deja guisar a fuego lento.
Cuando la carne está guisada, añadimos los caracoles. Se rehoga y se dejan 5 minutos al fuego. Batimos 2 ó 3 huevos y los añadimos a la salsa.
 Rectificamos de sal si es necesario.
Cocemos 1/4 de hora todo junto para que el huevo impregne la salsa y los caracoles por dentro.

¡Deliciosos!
 



 

Sardinas en escabeche

 
 
 



Una receta exquisita de mi madre.

Ingredientes

 1kg de sardinas (parrochas), pimienta negra en grano (10 granos), 2 ó 3 clavos, 7 u 8 hojas de laurel, 3 dientes de ajo, 1/2 cebolla, aceite de oliva virgen, vinagre, harina, sal y agua.

Preparación

Se salan y se fríen las sardinas una vez enharinadas.
Una vez fritas, en el mismo aceite se echan los ajos partidos en láminas, la cebolla en rodajas muy finas, 7 u 8 hojas de laurel, 2 0 3 clavos y diez granos de pimienta negra. Se pocha y se añade un vaso de los de vino de aceite, 1/2 vaso de vinagre (podemos añadir un poco más, al gusto), 1/4 vaso de agua (o vino blanco). Se deja hervir.
 Se añaden las sardinas fritas y se da sólo un hervor.
Se rectifica de sal si es necesario.
Se sacan y se colocan las sardinas en una cazuela (si es de Pereruela mejor) y se añade por encima el resto (el escabeche).
Se dejan reposar 1 día (si las dejamos más días mejor, más sabrosas) para impregnarse del escabeche y ¡¡¡listas!!!
 



 

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