Andabas por las calles del otoño
calladas de humedad y el amarillo
concierto de los árboles te amaba.
Te amaba el cielo gris y los tejados
umbrosos y los pájaros humildes
y el viento oscuro y fresco de los bosques.
Te amaban las vaguadas, las colinas
los blancos capiteles, la sonrisa
marmórea de los dioses mutilados.
Te amaban las cigüeñas vergonzosas
y hasta los lapiceros que mordías.
(Lento espigaba el trigo.
Lenta el agua buscaba las raíces.
Lenta la yerba crece. Lento el hombre
echa la hoz. Y trilla. Y lento amasa
su pan con llanto y fuego).
ni a la roca más firme ni a la rosa
El tiempo quiebra
los cielos más azules y las aguas
Como un cáncer
agrieta dulces sueños, da al olvido
palabras de pasión, gestos heroicos).
Subiendo por el llanto y por el gozo
Andabas por las calles entornadas
donde la madreselva trepa
las altas tapias blancas.
Andabas los pasillos soñolientos
del instituto viejo, con tu risa
cargados de expedientes y pintadas
ingenuas sobre el sexo y el gobierno.
(Andabas por los ojos de tu madre
marcándole el camino, como un faro
(La tarde es de tormenta.
descargan su coraje por los campos.
Yo recuerdo
los góticos pináculos de Burgos,
en tanto la gramola toca graves
Andabas por las playas de septiembre:
almendros, sal y conchas. Conocías
el vuelo de los pájaros marinos,
las caras de la arena, los dibujos
efímeros del agua entre las peñas.
Aprendiste los himnos de las olas
cantando jubilosas a la muerte.
Gaviotas, arrendotes. Conocías
la bóveda nocturna estrella a estrella
y les dabas mil nombres misteriosos,
helados, cristalinos, ya polvo en la memoria.
Inventa nuevos mares. No te canses,
amada, de enseñarme como a un niño
las voces del silencio en un jardín desierto, la caricia
la música pequeña de las lilas).
Ni siquiera sabemos qué es la vida,
para qué preocuparnos del detalle:
las curvas de la rosa, el vuelo tibio
de una paloma blanca, y el azar
que trajo hasta mis ojos tu mirada.
al margen de tu cine y tus zapatos,
al margen de tu blusa y tu sonrisa,
tu pena, tus blue-jeans y tus amigas.
entre los polinomios y los Beatles,
entre la bicicleta y los Urales,
las Tablas de la Ley y las estampas.
Pensar que en dos minutos
hubiera compartido tus paisajes,
Que estabas a un suspiro de mis ojos,
Y que quedaba
aún tanto hasta el encuentro.
Tú, lejana, subiendo por el pozo
de los años, oscuro y resbaloso.
Subiendo por mis días sin saberlo.
Pasando de la rosa hasta la página
más gris de la gramática.
Pasando del latín al tocadiscos,
Subiendo por los siglos y las simas
Pensar que por tus huellas
Pensar que respiraba donde el aire
Pensar que tantas veces he tocado
Pensar que he compartido tanto abril
Pensar que te soñaba desde niño
y estábamos despiertos y tan cerca.
para llegar a ti. Me he desviado
por tanto falso atajo que es milagro
tenerte entre mis brazos.
Cuántos días
brillantes como espejos. Cuántas noches
de asfixia y alquitrán. Mi corazón
lento sangraba. Y bajo el cielo
helado, solitario, yo buscándote.
de plata y en los charcos del invierno.
Buscándote, perdido, como un loco
persigue la razón en su delirio.
Perdido en el neón y las películas.
Perdido en los caminos cotidianos.
Perdido entre los libros,
y las conversaciones y las copas.
Inútil entre inútiles sin ti.
Cadáver entre muertos sin tu vida.
Por qué el tiempo
nos ciega, tiende trampas,
nos pierde en laberintos.
no es buena con nosotros, nos aprieta
y se alimenta
con lágrimas de sangre.
Viniste como un sol amigo y tibio,
como un caudal de rosas, como un viento
de flautas de madera y mandolinas.
Te adoro en tus pupilas, en tus cejas
arqueadas y sumisas. Cómo fulge
la frente blanca y dulce en la cascada
castaña de tu pelo. Cómo vuela
tu risa por mi pecho. Cómo tiembla
cuando chocan mis ojos con los tuyos.
Déjame, amor mío, en este instante,
en este instante azul agazaparme
pequeño entre tus brazos,
pequeño entre tus labios y decirte:
Escucha mi silencio y mi alegría.
(El mundo es nuestro lecho y nuestra casa.
Despierta, amor. Despunta una mañana
de campos de algodón tímido y albo.
Volvamos al principio a cada instante.
No es tarde para nada. Nunca es tarde.