De Carmen Cristina Wolf
Y la felicidad?
habitaba en los muros,
las ventanas, las mesas
a veces se escondía detrás de un mueble
y sonreía al ver mi afán ingenuo
siempre esquiva, siempre más allá.
A veces me acompañaba un rato
y se dejaba zarandear por el fuego.
La felicidad estaba allí,
era un aroma mínimo
en el corazón de las cosas.
habitaba en los muros,
las ventanas, las mesas
a veces se escondía detrás de un mueble
y sonreía al ver mi afán ingenuo
siempre esquiva, siempre más allá.
A veces me acompañaba un rato
y se dejaba zarandear por el fuego.
La felicidad estaba allí,
era un aroma mínimo
en el corazón de las cosas.
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