Corren ríos menudos por la calle,
agua con torbellinos de hojas rotas.
Un arce japonés se levanta, temblando
una canción de gotas por sus ramas,
y me paro en la brisa para ver
el arcear del arce, la esencia de las cosas
mojadas y despiertas.
Un mismo amor recorre los caminos:
Es la lluvia de siempre, pero yo soy distinta.
Rocío Arana
Está cayendo ahora mismo
una lluvia fina, mansa, sobre la plaza.
Es una lluvia a la que no le ves
la mala intención por ninguna parte,
todo lo contrario, se diría que busca tu amistad,
que te dice, no tengo más remedio
que mojarte un poco,
va en mi condición,
pero me gustaría que nos llevásemos bien.
Ya sé que esto puede parecer una locura,
ponerle no solo voz sino sentimientos a la lluvia,
pero a mí es lo que me sugiere
su presencia ahora mismo,
mientras la veo caer suave
entre las farolas hacia el empedrado,
y resbalar por mi rostro reflejado en el cristal.
Karmelo Iribarren
13 comentarios:
Buen título para estos tiempos primaverales que tenemos.
Me recuerda el libro de García Márquez, un libro que me encantó a pesar
que tuve que analizarlo sintácticamente todo entero...
Me gustan mucho los dos poemas. Son perfectos.
Gracias, Rosa.
Besos bajo una delicada u sutil lluvía de primavera.
A mí siempre me gustó la lluvia hasta que llegué aquí, que no es que llueva tanto, pero el gris lo llevo ya muy mal.
Besos, Rosa.
Una lluvia así podría ser una maravilla igual que el poema. Besos.
Mira que es bonita la lluvia.
Y si hay truenos y relámpagos entonces es de matrícula de honor.
Besos.
:)
"El amor en los tiempos del cólera" ¿analizado sintácticamente entero?
Qué paciencia ...
Rocío te gustará y a Karmelo ya le conoces, te dejo otro poema suyo ...
aquí no para de llover ...
Alguien
debería decírselo
a la lluvia,
para que descanse
un poco:
«El vuelo de los pájaros
es una escritura
invisible,
no se puede borrar».
Un beso, Maite, también bajo una lluvia sutil y delicada :)
También tengo ganas de ver el sol, no es lo habitual, pero llevamos dos meses de lluvia continua. Entiendo muy bien lo que dices del gris; cuando vivía en Asturias, casi todos los días eran grises, comencé a darme cuenta del sol de León.
Un beso, Celia.
Sí, ¿verdad? :)
La lluvia me gusta mucho, pero estos dos últimos meses nos visita continuamente, no para ...
Un beso, linda.
Buen fin de semana :)
Todavía recuerdo tu último poema sobre la lluvia ... ¿ves?, ahora no lo tengo aquí, pues iré al blog ...
Es cierto, de matrícula de honor :)
Un beso, Toro.
Pura poesía...hoy me llega al alma
Besos
Me alegro, querida Princesa.
Un beso.
La lluvia es un poema sobre la piel.
:)
Y tu comentario otro poema.
Gracias.
Un beso, Ilduara.
Buenas noches, Rosa:
No me gustan las tormentas. Aunque no como antes, pero me asustan bastante.
Estupendos los dos poemas. Me ha encantado en el de Karmelo Iribarren la personificación de la lluvia y sus sentimientos. Es cierto, cuando es así, como la de la fotografía, no se le ve ‘la mala intención por ninguna parte’. Y dentro de un lugar climatizado menos.
Abrazos.
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