Encantadoramente bella

Cartel de Marc Chagall sobre La flauta mágica

Dies Bildnis ist bezaubernd schön (Esta imagen es encantadoramente bella) es un aria de la ópera de 1791 La flauta mágica de W.A. Mozart. El aria pertenece al acto I, escena 1 de la ópera. Al Príncipe Tamino acaban de presentársele las Tres Damas con una imagen de la Princesa Pamima y se enamora instantáneamente de ella.

Es la última ópera de Mozart, que murió dos meses después a los 35 años.

Ver aquí el aria a partir del minuto 17:20

¡Ésta es la imagen más encantadoramente hermosa

que hayan contemplado jamás unos ojos!

Lo noto a medida que este retrato divino

va llenando mi corazón con una emoción nueva.

No puedo expresarla con palabras,

pero siento cómo arde en mis entrañas lo mismo que una hoguera .

¿Podría ser amor?

¡Sí, sí! ¡Claro que es amor!

Ojalá pudiera encontrarla,

Ojalá estuviera ahí, detrás de mí,

Yo, yo... con calor y con respeto...

¿Qué es lo que haría? La apretaría, lleno de emoción,

contra este pecho ardiente

y entonces sería mía para siempre.

La escena corresponde a la adaptación a la gran pantalla de esta ópera magistral de Mozart. Ingmar Bergman, su director, demostró su tremenda capacidad para combinar artes, en este caso, ópera y cine.

El príncipe Tamino, ayudado de Papageno, se ha enamorado de la princesa Pamina, quien se encuentra en poder de Sarastro. La madre de la princesa, la Reina de la Noche, es la principal instigadora para que Tamino rescate a su hija. Si lo logra, promete al joven que su hija se convertirá en su esposa.

La madre, aunque al principio se presenta como un personaje bondadoso, resulta ser todo lo contrario: una mujer malvada y mentirosa.

Ayudada por sus tres damas asistentes, la Reina de la noche (que representa la oscuridad) salva al príncipe Tamino del ataque de una serpiente gigante. En pago por haberle salvado, Tamino llegará a un acuerdo con la reina para conseguir la mano de su bellísima hija a cambio de que la libere del secuestro en la que la tiene sometida el hechicero Sarastro (que representa la luz). Tamino, acompañado de Papageno, un pobre pajarero, se dispondrá a salvar a su amada. Sin embargo, una vez llegado al reino de Sarastro, se da cuenta que éste realmente tiene buen corazón, y que la tiene retenida para librarla de las malas influencias de su madre.

Finalmente los dos amantes se unirán para siempre, mientras que su malvada madre será derrotada definitivamente.


En el famosísimo aria “La venganza del infierno”, la Reina de la noche pone un cuchillo en la mano de su hija Pamina y la anima a asesinar a Sarastro, el rival de la reina, amenazando a Pamina con una maldición si no cumple su encargo...

¡La venganza del Invierno

hierve en mi corazón!

¡Que la muerte y la desesperación ardan

a mi  alrededor!

Si Sarastro no siente por tu mano

los dolores de la muerte,

ya no serás más mi hija.

Serás por siempre rechazada,

serás por siempre abandonada,

serán para siempre destruidos

todos tus lazos con la naturaleza,

si por tu mano

Sarastro no palidece eternamente.

¡Escuchen, dioses de la venganza!

¡Escuchen el juramento de una madre!