Justiniano sigue enamorado
desde hace muchos años
de una mujer misteriosa
que hace tiempo
le robó el corazón
y cada día del año
nada más levantarse
le escribe un poema
que luego guarda en el cajón
de "los poemas de amor"
y aunque ciertamente
Justiniano no es ningún poeta
hay que reconocerle
su hermoso tesón
y su eterna pasión
por esa mujer imposible
a la que escribe cada día
un maravilloso poema de amor
como por ejemplo el de hoy:
"Aunque te hagas vieja
y tengas ya cara de coneja
corazón de comadreja
y patas de abeja
aunque seas una pelleja
de la que todos se quejan
aunque tus cejas
rodeen ahora tus orejas
aunque parezcas una oveja
siempre querré ser tu pareja.
Justiniano 151
Un canto al amor más puro, aquel que no se marchita, que es del alma, que permanece. Es la ternura. Y con el humor chispeante de un gran poeta, un poeta genial.
Un poeta que, cada día, comparte sus versos con enorme generosidad.
Gracias, querido Toro. Es un honor dejar aquí este poema, que es un regalo para todos.
Te regalo la flor de la imagen y esta canción que lo acompaña, preciosa, profunda, misteriosa, tierna, con esa ternura que siempre esconden tus versos ...
4 comentarios:
Bello gesto para la ternura de Toro.
Besos.
Me alegro mucho de haberte conocido en su blog.
Sois unas personas encantadoras. Pura poesía.
Gracias a los dos, por compartir tanta belleza y talento.
Gracias, por vuestra humildad, por vuestra ternura.
Un beso, mi querida y linda Amapola.
:)
Gracias Rosa.
:)
A ti,Toro. Te lo mereces.
Un beso, querido Toro.
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