Hay momentos en que nos quedamos ausentes
a mitad de una caricia,
un paso,
en medio de una línea de lectura sosegada,
con la mente como un charco de agua que se escurre.
Es que alguien nos recuerda con tal fuerza
que nos arranca un poco la conciencia.
Tal vez el sueño y la muerte
sean recuerdos aún más fuertes
de Otro.
José María Parreño
J.S. Bach: Preludio nº1 BWV 846
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