Las Meninas, Diego Velázquez
En la luz de un atardecer invernal,
Velázquez va ultimando una tela.
Pinta despacio. Atiende
a otros asuntos:
unas palabras de su Rey, los juegos de la Infanta,
los alardes del perro.
Sabe que el Arte es largo y que otros ojos
modificarán, acaso con justicia,
los suyos.
Cuando la luz se vaya
limpiará los pinceles.
Es feliz.
José María Álvarez
5 comentarios:
Atender tantos asuntos también es un arte.
Besos.
Sí, claro que sí.
Un beso, linda.
Debió ser feliz porque se pintó sonriendo.Al menos mientras pintaba...
Besos!
Buena semana!
:)
Sí, nos hace cómplices de la escena, nos observa, nos observan ...
Técnicamente es insuperable.
Un beso, Carmen.
Buena semana.
Un bello poema que explica la escena, Rosa. Una maravilla de entrada. Besos
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