martes, 21 de junio de 2016

La hora de la Pintura ...





Homenaje a Tiziano



Parece que Tiziano decía del atardecer que “es la hora de la Pintura”. Se comprende que él lo pensara así -aparte de ser, posiblemente cierto-, pues sus cuadros son como algo arrancado a esa riqueza final del crepúsculo. Alguien podría decir que también es la hora de la Poesía, o de la Música -no así de la Escultura, que es el mediodía-; pero Tiziano se refiere, creo yo, no tanto a esa general inclinación lírica que encontraremos siempre en el atardecer -común a la Poesía, a la Música, a la Pintura-, como a la buena ocasión que ofrece esa hora para que la realidad pueda esconder en lo oscuro todo aquello que no es decisivo en ella y, en cambio, empujar hacia la luz todo aquello que sí lo es.

Ramón Gaya


Gran pintor de aires velazqueños y magnífico escritor:



 Pintar no es ordenar, ir disponiendo,
sobre una superficie, un juego vano,
colocar unas sombras sobre un plano,
empeñarte en tapar, en ir cubriendo;




Venecia



pintar es tantear-atardeciendo-
la orilla de un abismo con tu mano,
temeroso adentrarte en lo lejano,
temeroso tocar lo que vas viendo.




Homenaje a las Meninas



Pintar es asomarte a un precipicio,
entrar en una cueva, hablarle a un pozo
y que el agua responda desde abajo.




Homenaje a Velázquez



Pintura no es hacer, es sacrificio,
es quitar, desnudar; y trozo a trozo,
el alma irá acudiendo sin trabajo.






Sí, es verdad, España es país de pintores. Pero acaso sería más verdad decir que España es país de... pintura. España (como China y Japón, como Italia, como... Flandes, como la misma Holanda con sus tres únicos pintores) es muy decididamente país de pintura, es decir, de... concavidad pictórica, de sustancialidad, de esencialidad pictórica. [...]
En unos lugares anida la pintura, en otros no puede o no quiere, pero no sabremos nunca por qué ni por qué no. Es tonto querer descubrir los motivos de una querencia.

Ramón Gaya





Ramón Gaya, La Serenissima  ...








10 comentarios:

Amapola Azzul dijo...

Besos Rosa, me han gustado todas las metáforas. Feliz semana.

Rosa dijo...

Un beso grande, linda.
Buen día :)))

El collar de Hampstead dijo...

Como dice en el documental "pintar no la realidad,sino la vida".
Me quedo con eso.

Interesante su obra pictórica y sus escritos.
Estuve en una exposicion de obra suya en una galería de un profesor mío,hace más años que yo que sé...
Me lo has recordado.

Buena tarde,Rosa.
: )
Besos.

Rosa dijo...

Es un documental muy bueno, también me quedo con eso y con todo lo que dice sobre la soledad, una soledad limpia y saludable.
Estaba permanentemente pintando, aunque no estuviera con los pinceles en la mano, una vocación, desde pequeño ...
Su obra es muy pura. Me encanta. No he visitado su museo, de esas cosas pendientes ... ¡bien por tu profe!

Un beso, Carmen.
Buenas noches.
:))

Gelu dijo...

Buenos días, Rosa:

Lo primero, gracias, por traernos esta pintura de Ramón Gaya y su poesía, ambas llenas de vida.
Anoche vi el documental IMPRESCINDIBLES -que enlazas- y me encantó. También las intervenciones de su esposa Isabel Verdejo, y de Luis Marsans, Tomás Segovia, Francisco Brines.
Destaco de sus palabras en el vídeo:
min.52…”algo vivo…algo original, naciente, es decir en vez de llegar a una maestría, lo que hay que llegar es a un principio”
min.49…. Me gustaría… irme con la esperanza de que amanecía un mundo artístico más ético, con más ley, con más verdad. Eso es todo.”
"...La vida…"

Abrazos

TORO SALVAJE dijo...

Cómo me hubiera gustado saber pintar, y dibujar...

Besos.

Maite dijo...

¡Qué casualidad!! Hoy me ha llegado un enlace que ha publicado Andrés Trapiello sobre Ramón Gaya. ¿Seré cápáz de enviártelo?

Gracias, Rosa, tu esntrada es magistral!!!
Besos


http://www.jotdown.es/2016/06/ramon-gaya-pintor-se-sostenia/

Rosa dijo...

Sí, muy interesante todo lo que dice:

Más moderno que la vida no hay nada, nombra a Rembrandt, Tiziano, grandes valores del pasado, que seguían vivos en el presente. La Pintura no está en ningún sitio sino en el trabajo y la soledad.

Solo, solo, solo, como rara vez puede estar el artista, y ni un solo momento se queja. Un artista relegado y abandonado y, sin embargo, no se quejaba. Sólo en una soledad limpia y saludable se hace posible la creación artística.

Velázquez fue una revelación y comprende que no debe abandonar el camino trazado pero evolucionando ...
Le decepcionaron las vanguardias, la pintura no debe estar sujeta a las modas (camelancias las llamaba). Le emocionaba más que nada que la obra estuviera viva. Dar testimonio de la vida. No pedía más. Moderno sin romper con la tradición. No hacer borrón y cuenta nueva.

Consigue que no haya tiempo en la pintura. Todo es una continuación, queramos o no estamos pintando la primera pintura que se pintó.
El arte debería entregarse a la humildad, a la honestidad, tratar de escuchar. La firma, hoy, es lo más importante.

Su pintura no es fácil de mirar, se necesita calma, pausa. Sus trazos son los justos, no sobra nada. Pinta lo esencial. La pintura intensifica la vida (un bodegón con un vaso de agua, puede ser suficiente).
El hombre descubre leyes, no las inventa, ni las impone, lo único que hay que tener es un oído profundo, es escuchar, nada más.

Me parece que su reflexión tiene un contenido moral y estético muy alto.

"Siempre hay primavera, pero cada primavera es distinta". El arte es lo obvio, es hacernos vivir lo que tenemos. Lo más difícil es tener lo que ya tienes. Asombrarnos. La mirada del niño, la mirada del que estrena la vida, la existencia y el mundo.

Un mundo artístico más ético, con más verdad.
Habla continuamente de una vocación irremediable, como algo que era, no algo que hacía. Cada día es una preparación para el otro día que viene. Se trata de terminar esta vida y vocación en algo vivo, original, naciente. No llegar a una maestría, sino a un principio.

Estoy de acuerdo con lo que dices, Gelu, y muy detallado como siempre. Da para pensar la reflexión de Ramón Gaya.

Un beso. ¡Gracias!

Rosa dijo...


:))
Algo así como un humanista del Renacimiento. Miguel Ángel, por ejemplo, pintaba, escribía, esculpía, era arquitecto ...

Tú eres poeta y lo aprovechas muy bien ...
Aunque hables de los mismos temas, cada poema es distinto. Me recordó a ti cuando lo escuché. Eso es arte.

Un beso, Toro, y feliz noche de san Juan.

Rosa dijo...


¡Llegó! Copio un párrafo:

Se nota un cierto e inevitable desencanto, pero no quejas, muy pocas quejas. Gaya se siente solo e incomprendido, pero lo dice muy de pasada, sin darle ninguna importancia, y con la misma seguridad y determinación de su juventud:

"Ya sabes que no soy nada débil y que tengo una seguridad (fundada o no, eso no viene al caso) que me permite ir tirando sin mucha desesperación, pero la verdad es que se cansa uno de sostenerse solo, y desde dentro siempre. Ya sabes que no soy dado al éxito, al gran banquete del éxito, pero parecen estar empeñados en negarme hasta el pan, el alimento necesario, mínimo, verdadero."

Estamos en 1952, esta carta está dirigida a su amigo Salvador Moreno. Poco después Gaya volverá a Europa, ya con pasaporte mexicano (y se agradece mucho esa fotografía: ¡todo el dolor del exilio contenido en un documento burocrático!). Y seguirá «sosteniéndose solo» toda su vida. ¿Por qué? «En el fondo les caigo antipático. Tener razón es lo más antipático que hay», decía Unamuno. Sí, Gaya tenía que caer antipático, porque tenía razón y porque encima lo decía a las bravas, sin miedo, sin ninguna intención de «quedar bien», como él mismo confiesa. Y claro, con esa actitud y con esos principios estéticos (y éticos), era difícil no ganarse enemigos. Pero él sigue, él siempre sigue a lo suyo. Porque «el arte tiene que ser vencido y la realidad salvada». Porque «todo lo que se ha dicho de válido se ha dicho siempre y se volverá decir siempre». Porque cuando uno contempla un Tiziano, perdido en una pequeña iglesia de Venecia, con mala luz, colocado en un lugar que casi ni se puede ver, olvidado e ignorado por todos, y se sobrecoge al pensar que «es magnífico y al mismo tiempo desesperante que, después de varios siglos, las cosas sigan ahí, completamente inéditas, desconocidas, intactas», ¿qué más se puede hacer?

Dejo el enlace:

Ramón Gaya, el pintor que se sostenía a sí mismo

¡Gracias, Maite!!! Eres un sol.
Feliz noche de San Juan.

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