martes, 23 de abril de 2013

La canción de Solveig




Casa de Solveig en las montañas
Museo Estatal de Teatro. Rusia



Edvard Hagerup Grieg (Bergen, 1843-1907), fue un compositor noruego considerado el principal representante de la música nacionalista de su país.
Entre 1865 y 1866 vivió en Roma, donde conoció al dramaturgo Henrik Ibsen, a cuya obra Peer Gynt pondría música más adelante, estrenándolo en Oslo (por entonces Christiania) en 1876.

Peer Gynt es un drama de trama fantástica en verso. Toma su nombre del protagonista, un chico de aldea, cuya madre, Aisa, pena por él. Invitado a una boda, queda prendado de Solveig. Pero Peer se escapa con la novia, Ingrid, a las montañas, para dejarla más tarde y unirse a Drove, la hija del Rey de las Montañas. Peer Gynt acaba huyendo de la Cueva, acosado por los troles para que se case con la Princesa Drove. Peer despierta súbitamente en brazos de Solveig, que abandona a su familia por él, aunque el chico acaba dejándola para buscar fortuna en África, donde encuentra a la bella Anitra. Peer Gynt atraviesa mil aventuras durante veinte años, que terminan en los brazos de la dulce Solveig, que guardó su ausencia.  Se redime por amor acunado por la canción de su amada. Este momento es el que escuchamos en esta audición: el cuarto movimiento de la segunda suite, opus 55.





La canción de Solveig


El invierno y la primavera pueden marcharse,
y los días de verano pueden desaparecer, y el año puede morir.
Pero estoy segura de que un día volverás conmigo,
y por eso te esperaré fiel, como una vez te prometí.
Que Dios te proteja, allá donde tus pasos te lleven.
Que te consuele, si llegas hasta Él.
Aquí esperaré tu regreso sola.
Y si tú me esperas allá arriba,
entonces allí nos encontraremos,
mi amor.





2 comentarios:

Begoña de Urrutia dijo...

Para la asignatura de Música de Cámara, me indicaron una obra de Grieg, no recuerdo cual, pero si recuerdo que se me hizo imposible de interpretar, ante la desesperación del profesor y me cambiaron por otra de Cesar Frank. Tampoco me lucí mucho pero la pude interpretar. Escuchando esto ahora me preguntó que fue lo que se hizo tan difícil en aquel momento.
Muchas gracias por darme la oportunidad de volver a escucharla.
Un abrazo

Rosa dijo...

Me alegro de que te guste, es preciosa, la verdad.

Me encanta la música clásica, estudié piano, pero no terminé, fue imposible compaginarlo y elegí Filosofía y Letras...ahora, una de mis hijas lo toca, y me encanta...siempre me da pena no haber terminado...

Un beso fuete, Begoña, y gracias por este comentario tan bonito.

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