¿Por qué te gustan tanto los sonetos?
Voy a intentar decírtelo, Violante.
Dime tú si es que acierto. Un nuevo Dante,
un Camoens con escrúpulos secretos
quisiera ser y en pétalos inquietos
tu capullo en botón, tu centro amante
desplegártelo- oh cerco, amor radiante-
para que abra sus aromas prietos.
De flores de pasión tú eres cultora,
tú escultora, alma ilustre, tú Eleonora,
tú Beatriz, tú Violante, tú nacida,
coincidida radial de alas y gracias,
concéntrica. Por eso no te sacias
de sonetos en rueda, en rosa ardida.
Gerardo Diego
Mozart: Concierto para piano n.º 21 en do mayor, K. 467
No hay comentarios:
Publicar un comentario