La Madre Teresa quiso saber qué pensaba un hindú de los cristianos, y le respondió: "¿los cristianos?, gente que se da".
Al final de nuestras vidas, no seremos juzgados por cuántos diplomas hemos recibido, cuánto dinero hemos conseguido o cuántas cosas grandes hemos hecho. Seremos juzgados por: "Yo tuve hambre y me diste de comer. Estuve desnudo y me vestiste. No tenía casa y me diste posada".
Madre Teresa de Calcuta