¿qué queda, qué se marcha?”
Hoy todas las palabras me vinieron a ver.
Iban todas vestidas y yo las desnudé.
Tenían agua dentro y yo se la quité.
Bebí toda su agua y me quedó su sed.
No me quedó su habla: me quedó su mudez.
Hoy todas las palabras me vinieron a ver.
Todas iban vestidas y yo las desnudé.
Ni debajo ni dentro había ningún ser
sino un lento perfume de luz sobre su piel:
un líquido contacto de tinta y de papel.
Nada más. Eso es todo lo que recuerdo ver.
Recuerdo las palabras: eran una mujer,
una luz, un perfume, una tinta, una piel.
Oigo pasos que vuelven y vuelven a volver.
No existen: vuelven sólo e insisten otra vez.
Las palabras son pasos dados sobre el papel
hacia nosotros mismos pero con otra piel.
Ellas y nosotros formamos un vaivén
en el tiempo que dura nuestro yo en otro quien.
En las palabras vive lo que vivió una vez
aunque nunca lo mismo tenga segunda vez.
Jaime Siles
Una antorcha es el mar y, derramada
por tu boca, una voz de sustantivos,
de finales, fugaces, fugitivos
fuegos fundidos en tu piel fundada.
Una nieve navega resbalada
en resplandor de ojos reflexivos,
de sonoros silencios sucesivos
y de sol en la sal por ti mojada.
La turbamulta del color procura
dejar sobre tu tez la tatuada
totalidad miniada de la espuma.
Tu cuerpo suena a mar. Y tu figura,
en la arena del aire reflejada,
a sol, a sal, a ser, a son, a suma.
Jaime Siles
8 comentarios:
Divinas palabras. Gracias, ha sido un disfrute.
Maravillosasas palabras.
Besos.
Hasta con las palabras que silenciamos podemos soñar la piel.
Ilduara.
Muy buenos los dos.
Besos.
Sí, divinas, Jaime Siles siempre conmueve.
Gracias a ti, querida Betty.
¡Un beso!
Me alegra que te gusten.
Siles tiene poemas muy bellos.
¡Un beso, linda!
Creo que tienes mucho de poeta, IIduara.
Gracias.
¡Un beso!
Pues si lo dice un poeta, no hay nada más que añadir.
:)
Un beso, Toro.
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