El paciente:
—Doctor, un desaliento de la vida
que en lo íntimo de mí se arraiga y nace,
el mal del siglo... el mismo mal de Werther,
de Rolla, de Manfredo y de Leopardi.
Un cansancio de todo, un absoluto
desprecio por lo humano... un incesante
renegar de lo vil de la existencia
digno de mi maestro Schopenhauer;
un malestar profundo que se aumenta
con todas las torturas del análisis...
El médico:
—Eso es cuestión de régimen: camine
de mañanita; duerma largo, báñese;
beba bien; coma bien; cuídese mucho,
¡Lo que usted tiene es hambre!...
José Asunción Silva
Un poema en tono jocoso, escrito en el siglo XIX, con un cuadro médico, la descripción de los síntomas y el remedio absurdo. La enfermedad sin solución, y el mismo mal del siglo: el desengaño, la desesperanza, el sinsentido, en el paciente y en el médico, en el intelectual y en el hombre práctico. Y ese sigue siendo nuestro panorama. El mal del siglo, que ya lo era en el XIX, dos siglos después sigue...
Y un tema acorde con el poema: porque tengo razón, que no tengo razón, que me falta un ojal, que me sobra un botón...
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