viernes, 2 de noviembre de 2018

Progreso







Los antiguos pensaban
que el fiero mar se amansa a la orilla del mar
por voluntad de Dios
y que el día y la noche se suceden por obra
del Espíritu Santo.
Nosotros los modernos
sabemos que ello ocurre por causas naturales
de fácil comprensión
amén.

José Miguel Ibáñez Langlois







7 comentarios:

Ilduara dijo...

Es la Razón tan magnífica que sólo puedo tener FE en ella.

Un beso.

Rosa dijo...


La fe y la razón no se excluyen, una de las mayores amenazas para la fe es verse confinada al terreno del sentimiento, renunciando a la racionalidad.
No se excluyen, pero la razón siempre encuentra un muro, se da de bruces con el Misterio, se colinda continuamente.

La fe no se contrapone a la ciencia. Los misterios de la fe están por encima de la razón, no en contra de la razón, desbordan nuestra limitada capacidad intelectual, es imposible que misterios infinitos quepan en nuestra inteligencia limitada.
La Apologética, que viene de “apología” = defensa o justificación, es la ciencia teológica que prueba la “razonabilidad” de las verdades de la fe; es decir, que estas no son contrarias a la razón.

G. K. Chesterton decía que "para entrar en la Iglesia hay que quitarse el sombrero, no la cabeza".

Hay que tener en cuenta también que todo el ámbito de la actividad social, ética, familiar, artística, literaria ... queda fuera de la ciencia, porque excede los parámetros de lo calculable y experimentable.

Un beso, Ilduara.

Ilduara dijo...

La fe me fue negada, de nada sirvieron cinco años con las monjas y uno con los hermanos de La Salle. Ni siquiera a los siete años era Dios un ser que me resultase acogedor, todo lo contrario; quizás bajo mi sombrero no se halle cabeza.

Un beso.

Rosa dijo...

La auténtica fe cristiana brota de una experiencia de Dios, exige creer en Él y una respuesta personal. No basta con creer lo que otros digan.
Es un don gratuito, no se gana, y exige una respuesta humana, puede crecer o perderse.
En el Bautismo la recibimos, pero requiere posteriormente un acto de fe, la podemos desarrollar o no.
Vivir la fe lleva a vivirla también en comunidad, dentro de la Iglesia, de forma íntima y comunitaria.
Siempre brota de una experiencia de Dios y nunca existe un camino igual, cada uno de forma diferente, Dios es un Dios personal. Jesús invitaba, no imponía.
La respuesta del hombre es absolutamente libre, Dios no invade, respeta, no coacciona.
Quien tiene fe, ve a Dios en todos los acontecimientos y en todas partes. La fe es vivir con la firme convicción de que estamos en manos de Dios, que es a la vez Amor. Nos fiamos de Él.
Podrías consultar con un sacerdote, Ilduara, te podría guiar, te abriría horizontes.
Dios es siempre acogedor, no temas. No consiste en cabeza o no, pero puedes abrirte a Él. Sí que es la adhesión de la inteligencia a la verdad revelada por Dios. La fe transforma, nos transforma.
Es un proceso. Jesús vino a enseñarnos el Reino de Dios, su mensaje es para todos.
Creemos porque la fe nos ha conquistado, porque Dios nos ha conquistado y nos hemos dejado conquistar.

Te voy a dejar un enlace ...
Un beso.

Rosa dijo...

Te dejo el enlace:

Ser creyente hoy

También un libro te puede interesar: G. K. Chesterton: "Por qué soy católico".
O leer a santa Teresa, su "Libro de la vida", o "Confesiones" de san Agustín.

Y para lo que quieras, aquí estoy, encantada, tienes el e-mail en el perfil.
Un beso, Ilduara.

Maite dijo...

Desconocía a este autor, ahora ya no.
El poema es bonito.
Gracias, Rosa. Te mando un fuerte abrazo.
Besosssss

Rosa dijo...

Me alegro de que lo conozcas.
Merecería ser más conocido.

Un beso y un fuerte abrazo, Maite.

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