Apágame los ojos: puedo verte,
ciérrame los oídos: puedo escucharte,
y sin pies puedo ir hacia ti,
y aún sin boca puedo implorarte.
Rómpeme los brazos, te tomo
con mi corazón al igual que con mi mano,
detén mi corazón y mi cerebro laterá,
y si echas mi cerebro a las brasas,
te llevaré en la sangre.
Rainer María Rilke
4 comentarios:
Pasión pura.
Precioso
Esta mañana, me decían en una conversación que el romanticismo no existe.
Madre mía, cómo no va a existir. Seríamos máquinas. Quita el romanticismo de la vida y ¡¡¡qué!!! Horroroso.
Un beso, linda.
Qué preciosidad.
Gracias por compartirlo.
Un abrazo
Me alegro de que te guste. Es muy intenso y muy bonito.
Gracias a ti, querida amiga.
Un beso.
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