"...luz verdadera que ilumina a todo hombre"
(Jn 1, 9)
¡Feliz y santa Navidad!
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!
¡qué verdes son tus hojas!,
no sólo en verano,
sino también en invierno, cuando nieva.
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!,
¡qué verdes son tus hojas!
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!
me haces muy feliz.
Cada año, árbol de Navidad,
tráenos a todos alegría y regocijo.
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!,
me haces muy feliz.
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!
tus velas lucen intensamente.
¿Acaso cada rama goza de su lucecita?,
eso hace que cada juguete brille.
¡Oh, árbol de Navidad, oh árbol de Navidad!
tus velas lucen intensamente.
El periodo navideño está adornado de multitud de símbolos tradicionales que ya han pasado a formar parte de nuestra cultura. Cada uno de estos elementos esconde tras de sí un significado profundo, cuyo conocimiento nos ayudará a vivir una buena Navidad.
La Navidad es el período más feliz del año. La gente sonríe con más facilidad. Da gusto ir caminando por las calles y ver tiendas llenas de regalos, anuncios felicitándonos por la Navidad y el Año Nuevo, adornos, luces, estrellas, árboles de Navidad, Santa Claus, nacimientos o belenes… Todos encuentran motivo para sentirse más hermanos, para reunirse en familia y dejar los problemas para después. Cada uno de los símbolos que tanto ambiente crean y tanto regocijo nos dan, tiene un significado muy profundo. Muchos lo desconocen y se quedan sólo en el adorno, sin llegar al rico significado que hay detrás de él.
Por ejemplo, la historia del popular árbol de Navidad. Los antiguos pueblos nórdicos europeos tenían la costumbre de adornar ciertos árboles de hojas perennes durante los últimos días de diciembre, durante el invierno, cuando toda la naturaleza parece muerta y fría. Su verde perenne era símbolo de la inmortalidad. Al convertirse al Cristianismo, los primeros cristianos, que eran muchas veces provenientes de la cultura pagana, conservaron la tradición, pero cambiaron totalmente el significado, refiriéndolo a Cristo como “Nuevo árbol de Jesé (Is. 11, 1-3).
San Bonifacio (680-754; obispo y mártir), patrón y evangelizador de Alemania, llegó a la ciudad de Geismar la víspera de la Navidad y cortó de raíz una encina considerada sagrada. En su lugar, al día siguiente, día de Navidad, plantó un pinito verde, y lo señaló como símbolo del nacimiento del Hijo de Dios. A partir de entonces un árbol verde adornado con objetos brillantes alumbra las casas, símbolo de la vida eterna que Cristo nos trajo al mundo, la perpetua primavera de la gracia. Del norte de Europa la tradición se extendió a los Estados Unidos y de ahí, al mundo entero.
Por ejemplo, la historia del popular árbol de Navidad. Los antiguos pueblos nórdicos europeos tenían la costumbre de adornar ciertos árboles de hojas perennes durante los últimos días de diciembre, durante el invierno, cuando toda la naturaleza parece muerta y fría. Su verde perenne era símbolo de la inmortalidad. Al convertirse al Cristianismo, los primeros cristianos, que eran muchas veces provenientes de la cultura pagana, conservaron la tradición, pero cambiaron totalmente el significado, refiriéndolo a Cristo como “Nuevo árbol de Jesé (Is. 11, 1-3).
San Bonifacio (680-754; obispo y mártir), patrón y evangelizador de Alemania, llegó a la ciudad de Geismar la víspera de la Navidad y cortó de raíz una encina considerada sagrada. En su lugar, al día siguiente, día de Navidad, plantó un pinito verde, y lo señaló como símbolo del nacimiento del Hijo de Dios. A partir de entonces un árbol verde adornado con objetos brillantes alumbra las casas, símbolo de la vida eterna que Cristo nos trajo al mundo, la perpetua primavera de la gracia. Del norte de Europa la tradición se extendió a los Estados Unidos y de ahí, al mundo entero.
4 comentarios:
Una hermosa entrada.
Te deseo todo lo mejor.
Un fuerte abrazo.
Te deseo y desea esta mi familia que pases una feliz Navidad llena de alegrìa y en familia ... y un 2014 lleno de VIDA.
Gracias, Amalia.
Un beso grande.
Muchas gracias, Fotelias, os deseo igualmente, una feliz Navidad en familia, y un año lleno de VIDA.
Un abrazo.
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