Un plato que muchas personas, en principio, se resisten a probar, pero, una vez probado, les encanta. Bien preparado, con mimo y despacio, resulta realmente sabroso. Como siempre, os dejo la receta de mi abuela, que mi madre borda y que todos seguimos.
Ingredientes
1 asadurilla de cordero, 2 dientes de ajo, una cebolla (o dos también admite), 1 hoja de laurel, pimentón de la Vera, un poco de guindilla, aceite de oliva virgen extra, medio vaso de vino de Jerez, sal y caldo (preparado con un hueso de ternera, puerro y zanahoria).
Preparación
Limpiamos la asadurilla y la partimos en trozos pequeños. En una cazuela (si es de barro de Pereruela mejor), ponemos aceite y añadimos la cebolla picada, los ajos y la hoja de laurel (mi madre la machaca en el mortero). Se deja pochar media hora a fuego lento.
Añadimos la asadurilla y se rehoga todo. Salamos. Lo dejamos un cuarto de hora a fuego lento. Añadimos una cucharada de pimentón y rehogamos de nuevo. A continuación, añadimos el caldo (medio vaso), este paso es importante, porque, según mi madre, le da un sabor especial, el vino de Jerez y guindilla al gusto, más o menos picante. Se cuece durante una hora aproximadamente con la cazuela tapada, si observamos que tiene el caldo justo, o destapada, si es necesario que se reduzca.
Añadimos la asadurilla y se rehoga todo. Salamos. Lo dejamos un cuarto de hora a fuego lento. Añadimos una cucharada de pimentón y rehogamos de nuevo. A continuación, añadimos el caldo (medio vaso), este paso es importante, porque, según mi madre, le da un sabor especial, el vino de Jerez y guindilla al gusto, más o menos picante. Se cuece durante una hora aproximadamente con la cazuela tapada, si observamos que tiene el caldo justo, o destapada, si es necesario que se reduzca.
Esta receta está más rica si la servimos al día siguiente.
Se puede acompañar con patatas fritas cortadas en cuadraditos.
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