miércoles, 16 de diciembre de 2015

Mahler




Tommaso del Croce 


La música es el corazón de la vida. Por ella habla el amor; sin ella no hay bien posible y con ella todo es hermoso. 

Franz Liszt 








Toda la fuerza expresiva y espiritual de Mahler impregna sus obras, pero la forma de acabar esta sinfonía, este Adagio de su Sinfonía No.3, es de una majestuosidad y pureza sin parangón. Mahler parece sentirse en comunión con algo muy profundo, y así lo afirman una y otra vez los timbales. El director intuye y se acerca a esa grandeza musical, y de ahí su emoción... 





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