La rosa temblorosa
se desprendió del tallo,
y la arrastró la brisa
sobre las aguas turbias del pantano.
se desprendió del tallo,
y la arrastró la brisa
sobre las aguas turbias del pantano.
Una onda fugitiva
le abrió su seno amargo
y estrechando a la rosa temblorosa
la deshizo en sus brazos.
le abrió su seno amargo
y estrechando a la rosa temblorosa
la deshizo en sus brazos.
Flotaron sobre el agua
las hojas como miembros mutilados
y confundidas con el lodo negro
negras, aun más que el lodo, se tornaron;
las hojas como miembros mutilados
y confundidas con el lodo negro
negras, aun más que el lodo, se tornaron;
pero en las noches puras y serenas
se sentía vagar en el espacio
un leve olor de rosa
sobre las aguas turbias del pantano.
se sentía vagar en el espacio
un leve olor de rosa
sobre las aguas turbias del pantano.
Ricardo Jaimes Freyre
Hasta a mi me llega ese olor.
ResponderEliminarBello poema . Besos.
Aroma de eternidad. Nunca había leído un poema que reflejara la eternidad a través de una flor, de una rosa. Siempre se destaca la fugacidad.
ResponderEliminarMe encantó.
Un beso para una linda flor :))
Una Rosa como tú.
ResponderEliminarEterna.
Besos.
Sí, claro, eso lo dices para que te guarde cola ...
ResponderEliminarPues no ...
Un beso, Toro :)
Preciosa manera de ver la tan poetizada rosa.
ResponderEliminar:)
ResponderEliminarY qué difícil es encontrar esta mirada. Por eso me encantó este poema.
Juan Ramón también la tenía.
Un beso, Ilduara.
Ayer falleció alguien a quien apreciaba de verdad. Me gusta esta poesía.
ResponderEliminarUn abrazo y santa semana de la Oh!...
Lo siento mucho, querida amiga.
ResponderEliminarDescanse en paz.
Mi oración.
Un beso, con mucho cariño.