Federico Barocci, Estudio al óleo para la cabeza de San Juan
Federico Barocci (1535-1621 circa) es uno de los más importantes pintores manieristas del siglo XVI.
Barocci creía firmemente que la función del arte era la de representar en sus expresiones la Sagrada Escritura.
Considerado el heredero del clasicismo de Rafael y precursor de Caravaggio, pasó la mayor parte de su vida en Urbino, lejos de las grandes ciudades de la época.
la mirada que cruzaron durante un segundo es el episodio de la pasión que ha consumido más ángeles en su llamarada es la comunicación más secreta que el otro mundo haya hecho a éste es la teología de la historia en estado de trasparencia es la santidad del sufrimiento que se miró al espejo y se encontró igual es el amor a primera vista más doloroso que haya experimentado Dios es el segundo que ha durado más siglos de transfixión es la mirada más completa que Dios ha lanzado al mundo que Dios ha dejado al mundo como reliquia la más completa de sus propios ojos y que la santa madre Iglesia guarda casi intacta en su corazón.
José Miguel Ibáñez Langlois,El libro de la Pasión, VI. El Vía Crucis, 3
El misterio cristiano siempre es dramático. Cuando un padre confía a sus hijos una misión, los hijos pueden abusar de esta confianza y de esta generosidad que reciben. El amor no es pues aquello que impide el drama. Si no amo a nadie, no soy vulnerable. Si no amo nada ni a nadie, puedo vivir con objetos muertos y no con personas libres que puedan traicionarme.
Muchas veces pensamos que “el amor es una solución”. Pero la Biblia pone de manifiesto que el amor es una aventura. Y esta historia de amor, que es la historia de Dios con los hombres, es la historia de la posibilidad de numerosas traiciones.
¿Por qué te gustan tanto los sonetos? Voy a intentar decírtelo, Violante. Dime tú si es que acierto. Un nuevo Dante, un Camoens con escrúpulos secretos
quisiera ser y en pétalos inquietos tu capullo en botón, tu centro amante desplegártelo- oh cerco, amor radiante- para que abra sus aromas prietos.
De flores de pasión tú eres cultora, tú escultora, alma ilustre, tú Eleonora, tú Beatriz, tú Violante, tú nacida,
coincidida radial de alas y gracias, concéntrica. Por eso no te sacias de sonetos en rueda, en rosa ardida.
Gerardo Diego
Mozart: Concierto para piano n.º 21 en do mayor, K. 467
Richard Strauss - Morgen! (¡Mañana!), op. 27 núm. 4
Morgen es el broche final de un conjunto de cuatro Lieder (el opus 27) compuesto por Strauss como regalo de boda para su prometida, la soprano Pauline de Ahna, con quien permanecería felizmente casado hasta el final de su larga vida. Toma como punto de partida un poema de amor de John Henry Mackay, amigo del compositor, y es sin duda una de las más bellas canciones de todos los tiempos.
Y mañana brillará de nuevo el sol,
y por el sendero que recorreremos
la felicidad de nuevo nos envolverá
en el seno de esta tierra embriagada de sol…
Y hacia la extensa playa de olas azuladas
descenderemos lentamente en silencio,
mudos nos miraremos a los ojos
y sobre nosotros caerá el silencio de la felicidad…
¡Negros, sangrientos, trágicos, me asaltan los instantes…; pero tú entonces vienes y me regalas tu corona de diamantes! Como mujer curiosa, recorro con los ojos y con las manos la celeste pedrería… ¡Oh, cómo entre mis rojos duelos, fulge la polícroma fantasía!
Cuando llegue el poema que te quiero escribir, cuando acuda vivo y joven a los ojos primero y a las manos después, sencillamente, predicando que nada hubo más fácil que esperarlo, a pesar de haberlo hecho en cuarto sin ventanas durante muchos años, desde siempre. Cuando llegue y te lea ese poema, y el poema envejezca y muera solo como un santo incorrupto y no sepamos dónde habita: si en ti, si en mí, si vaga entre los dos igual que una promesa que no puede cumplirse, cuando llegue y exija ser, no sé si voy a estar preparado. Pensarlo me atormenta tanto como temer que no vendrá, o que ya vino y no logré acogerlo; ahora no podré decirte nunca lo que sólo el poema, aquel poema que podría llegar como llegaste tú, de pronto, llenando de palabras el espacio vacío, lograría decirte como quiero yo decirte y que te digo así, mientras espero, con la urgencia y torpeza con que escriben todos sus versos los enamorados.
Ben Clark
Liszt: Piano Concerto No. 1 in E flat Major: II. Quasi adagio
Casi todas las cosas mejores y más preciosas del universo pueden obtenerse por unos céntimos. Por supuesto hago excepción del sol, de la luna, de la tierra, de la gente, de las estrellas (…) que pueden obtenerse gratis.
G.K. Chesterton
Rachmaninoff: Piano Concerto No.2 in C Minor, Op. 18: 2. Adagio sostenuto