En un soneto cabe cualquier cosa:
la tarde del revés, la golondrina
que asoló con sus alas mi oficina,
y el humo, convertido en mariposa.
Le cabe la certeza luminosa
del rayo que ni cesa ni fulmina.
Le cabe la soberbia gongorina
que urdió en la noche el nombre de la rosa.
del rayo que ni cesa ni fulmina.
Le cabe la soberbia gongorina
que urdió en la noche el nombre de la rosa.
Si abarcara universos literales,
campos, espigas, lunas, mares, montes,
que, por caber, le caben catedrales
y lirios que resumen horizontes.
campos, espigas, lunas, mares, montes,
que, por caber, le caben catedrales
y lirios que resumen horizontes.
¿Y dices que no cabe el amor nuestro?
Si me das un papel, te lo demuestro.
Si me das un papel, te lo demuestro.
Laura Campmany
Del amor o del agua,
Cupido, del ballet Don Quijote.
Muy ingeniosa.
ResponderEliminarBesos.
¡Qué chulada es este poema! Me lo quedo.
ResponderEliminar¡Qué pases un feliz día!
Muchos besos, Rosa
Todo cabe en un soneto, de eso estoy segura.
Cuesta encerrar el amor en algún sitio por eso la poesía es imensa.
ResponderEliminarUn abrazo para ti.
Guardé ese mismo vídeo hace unos días!
ResponderEliminarMuy graciosa la poeta.
Puede que sí,que casi todo quepa en un soneto,dependerá del escritor...
Besos coincidentes!
: )
:)
ResponderEliminarLa difícil sencillez, la claridad.
Me alegro de que te guste.
Un beso, Toro.
Todo cabe.
ResponderEliminar¡Te lo regalo!
Un beso, Maite.
Feliz noche.
Y necesaria.
ResponderEliminar:)
Un beso, linda, que pases una buena noche.
:)
ResponderEliminarMe encanta este ballet. El ballet en general.
Es sencilla, sutil y delicada, sin ninguna afectación.
¡Besos coincidentes!
Feliz noche, Carmen.
Fluye tanto el soneto que el amor navega más allá del océano.
ResponderEliminarUn beso.
Ohhh, ¡pura poesía!!!
ResponderEliminarPrecioso.
¡Un beso, Ilduara!
ResponderEliminarSi en una sola palabra caben tantas cosas... no te digo en un soneto... todo un universo.
Un beso y un cálido abrazo!
Todo, X.
ResponderEliminarCabe la vida entera en un soneto, decía Manuel Machado.
Seguramente, también nos falten palabras adecuadas.
¡Un beso y un cálido abrazo!