Frank W. Benson
UN valle como éste,
en el que existen el gorrión, la rosa,
los ríos y los árboles, las nubes,
mayo y septiembre,
y el amor y la luz que en sus anchos dominios
a todos nos acogen, no puede ser que sea
triste valle de lágrimas,
por más que en nuestros ojos prospere el llanto a veces
y aunque lloremos lágrimas de sangre,
o aun a pesar de que la muerte venga
-tan a regañadientes de nosotros-
a transformarnos sin contemplaciones
en redomas ya limpias,
en sustancia de Dios.
Eloy Sánchez Rosillo
Me cuesta sentir la esperanza, todo me inclina al pesar.
ResponderEliminarPorque es más fácil llorar que reír.
ResponderEliminarBeso
Un valle así seguramente es un paraíso. Besos.
ResponderEliminarSolo deseo que la encuentres, con ayuda de Dios.
ResponderEliminarExiste, y siempre.
Solo sé tu nombre, querida Ilduara, basta; gracias, por tu compañía y tus enriquecedores comentarios.
Un beso, con mucho cariño.
Sí, es más fácil, también ellas nos ayudan a comprender, el dolor es un sabio compañero de viaje.
ResponderEliminarLas lágrimas afloran muchas veces, pero no podemos dejar que nos ahoguen ...
Sabes mucho de esto, querida Malque, eres toda una lección ...
Un beso, con mucho cariño, y siempre ... ¡más besos, guapaaaa!!!
Es el nuestro, solo que nosotros somos unos "cenutrios" ... perdemos la perspectiva ...
ResponderEliminarEste poema es una bendición, es maravilloso. Rosillo llega al fondo. Es un poeta que cala en el fondo.
Dice Miguel d'Ors que "quizá los grandes temas poéticos se reduzcan a tres: las relaciones con el Creador, con uno mismo y con el resto de la Creación."
Rosillo se encuentra en esta línea.
Un beso, linda.
Preciosísimo poema. Rosillo se entiende muy bien. Me está gustando mucho. Gracias Rosa por tanto.
ResponderEliminarEs cierto, es muy sencillo escribiendo, siempre me provoca una sonrisa.
ResponderEliminarMe alegra mucho que te guste.
¡Gracias a ti! Un beso, Maite.