Un brevísimo poema de Giuseppe Ungaretti, “Mattina” (Mañana), con un solo verso:
M’illumino d’immenso.
Me ilumino de inmensidad.
No agregó nada más: la mañana permitía iluminar la interioridad del poeta a través de la inmensidad.
Y el lector pone en marcha la imaginación ...
La mañana condensó la luz y la inspiración. Muy bonito.
ResponderEliminarLa imagen arrebatadoramente bella, Un beso, Rosa.
Maravilloso post, me encantó venir.
Abrazos¡¡
:)
¡Hola, linda Amapola! Suceden cosas extrañas: desaparecieron los otros comentarios (no te preocupes, también me llamo María, Rosa María...).
ResponderEliminarLa mañana es el comienzo; es empezar iluminándonos de inmensidad, de luz... siempre lo pido...
¡Un beso!
Que belleza de imagen y que profundidad de pensamiento.
ResponderEliminarGracias una vez más.
Un abrazo
Cuatro palabras.
ResponderEliminarCuatro palabras formando un sol.
Besos.
Querida Caminar: gracias a ti.
ResponderEliminarUn beso.
Toro, ¡maravilloso!!! Qué bonitooo...
ResponderEliminarGracias, Toro.
Un beso.